lunes, 15 de junio de 2009

Bailando por un indeciso. Estrategias de campaña a 15 días de las elecciones.



Ya se acerca el día de las elecciones. Los indecisos parecen ser, como en muchas otras ocasiones, el tesoro más buscado por los estrategas de campaña.
Repasemos qué sucede en los Partidos de Córdoba respecto a este sector del electorado que se hace rogar, que te lanza un terminante NsNc en las encuestas, que dice que aún no está suficientemente informado, que no sabe qué va a hacer ni siquiera si las elecciones fuesen mañana u hoy, o que te afirma con sorna: "Ayer estaba indeciso, hoy no se."

Según distintas encuestas, el porcentaje de indecisos en Córdoba varía entre 20% y 27%

¿Qué es lo que tienen pensado los bunker de campaña para esta gente en estos últimos 15 días?

Frente Cívico
Por convicción o imposibilidad, el juecismo ha tenido un pobrísimo desempeño publicitario. Si nos guiamos por las palabras de su líder y candidato a Senador, todo indica que la campaña seguirá siendo más o menos parecida a como se ha desarrollado hasta el momento; esto es, algunos golpes de efecto mediáticos, visitas a programas radiales o de TV, entrevistas en diarios, debate televisado, etc. El regreso de las recorridas de Juez al reducto capitalino no hacen más que transparentar el temor a lo perjudicial que puede ser descuidar el principal bastión, sobre todo cuando una fuerza como el radicalismo está, aparentemente, en franca recuperación de su otrora buena relación con parte de los cordobeses capitalinos.
No es casual que Daniel Giacomino, en estos últimos días, haya salido a confrontar duramente contra el Sindicato de los Municipales, cercanos a Juez y lejanos a la simpatía popular del ciudadano de la Capital. La disputa se ha trasladado a la Capital y los temas instalados no son los que más le convienen al candidato del Frente Cívico. Si detrás de Giacomino están relamiéndose Ramón Mestre, Eduardo Accastello o Eduardo Mondino, no se puede saber. Más bien se vislumbra una lucha entre dos facciones del Frente Cívico por el control de la tercera pata electoral, además del Radicalismo y del Justicialismo.

Unión Cívica Radical
Ramón Mestre espera con ansias el debate que televisará Canal 12 el domingo 21, en el cual espera tener una performance similar a la que tuvo en el debate previo a las elecciones para Intendente de Córdoba en el 2007; en el cual se lo vió con un desarrollo algo superior en la postura ante las cámaras, en la oratoria, en la discusión. Esa vez los contendientes no eran los de ahora. Sin embargo, desde la dirigencia radical se esperanzan con que quede demostrado que por condición generacional(Ramón Mestre es el más joven de los cuatro y será algo evidente frente a las cámaras) y por postura frente al kirchnerismo (Ramón Mestre puede manifestar que nunca estuvo cerca del kirchnerismo) el candidato radical será claramente "el distinto"; un valor agregado que tanto se aprecia cuando los indecisos son el botín a conseguir.
En cuanto al tema de los empleados municipales, Mestre ha mantenido un perfil bajo. Tal vez no piensa por el momento introducirse en la interna Juez-Giacomino, y prefiere disfrutar el desgaste de ambos y del espacio político que lanzó al radicalismo al tristísimo tercer lugar.

Unión por Córdoba

Sin De La Sota ni sus circunstancias, el Gobernador lucha a diario contra la realidad que le muestran los números. Ser tercero es lo peor que puede pasarle al peronismo cordobés, dice un viejo militante que, conociendo el gen peronista, asevera sin ponerse colorado que muchos compañeros comenzarán a buscar un nuevo jefe.¿De La Sota? No, un nuevo jefe, ya que no descartan endilgar el magro resultado al mismo ex Gobernador y no sólo a Juan Schiaretti. Como suele suceder en momentos de transición, la confusión es intensa. Ni Accastello ni Riutort están demostrando tener influjo suficiente sobre el votante peronista como para disputar el liderazgo del espacio justicialista a De La Sota o Schiaretti. El "gallego", habilidoso para despegarse de derrotas, será quizás el que retome el bastón de mando e intente hacer de Unión Por Córdoba su trampolín hacia la Presidencia en 2011; una quimera si Mondino no alcanza el 30% y es superado por Mestre y Juez.

Frente Para la Victoria

¿Continuarán sin mencionar a Kirchner? Parece que ese ha sido el slogan de campaña, definida más por ausencias que por presencias. No ha jugado un rol público ni Kirchner ni Olga Riutort, ni la intención de voto de este última en la pasada elección para intendente de 2007 en Córdoba Capital. Como Heller en Capital, Accastello se conforma con no salir inmolado, con alcanzar un 10% provincial para ofrendar en la Rosada el 29 de junio y con la conciencia de que algo ha lastimado a Unión por Córdoba. Los indecisos peronistas son la musa inspiradora para el villamariense.

En fin, los indecisos los siguen mirando desde lejos, bailando por su voto, llamandoles por teléfono a sus casas rogándoles que en cinco minutos les digan a quién van a votar. Ellos, impávidamente dicen: Ayer estaba indeciso, hoy, no se. Es ese porcentaje, más el margen de error lo que aún le ponen pimienta a esta campaña tan famélica de debate y política.

lunes, 1 de junio de 2009

La otra batalla ¿Cómo se leerán los resultados del 28 de junio?



Una cuestión de lectura

Los empujones K a su candidato mediterráneo no se hacen esperar. La Presidente y el líder de la CGT han pisado tierra cordobesa en sendos actos de conmemoraciones y anuncios, pero también de proselitismo.
Envalentonados por el estancamiento del CC(Colorado Colombiano), por las ya indisimulables peleas entre Felipe Solá y los "que tienen verguenza del peronismo" de Unión Pro, por lo que dictan las encuestas (sobre todo las de Provincia de Buenos Aires), por el empeño de los productores rurales de continuar implementando los escraches (no bien vistos por la clase media) como metodología de protesta, el kirchnerismo ingresa a estos últimos 30 días de campaña con aire, sabiendo que, gracias a la división de la oposición (entre otras cosas), no duelen tanto las siguientes frases: "ya nada es lo que era", "todo tiempo pasado fue mejor" o "el dolor de ya no ser".

Ahora bien, hay un segunda batalla que preocupa al Gobierno y a la oposición. Esta no se librará en las urnas del simpático conurbano o del ríspido distrito de Capital Federal o de Córdoba.

La segunda batalla será sobre la lectura de los resultados de las elecciones legislativas. El Gobierno Nacional luchará para que la mirada sea: El Kirchnerismo sigue siendo la primera minoría, la oposición sigue siendo una bolsa de gato-caciques divididos y peleados por ver quién sale y quién no en un spot publicitario mientra en el Gobierno "Hacemos". Unión Pro (Macri, De Narváez y Sola) y El Peronismo Federal (Schiaretti, Reutemann, entre otros) quieren que se diga lo siguiente:El Kirchnerismo está en retirada, ya no puede garantizarle al peronismo una victoria contundente, ha perdido el consenso, sólo se refugia en el conurbano y el peronismo es más que eso, han perdido 10 puntos porcentuales desde la elección presidencial de 2007, hemos construido una alternativa, ahora Kirchner puede sentarse a la mesa pero "no repartirá las cartas."

El Acuerdo Cívico y Social bregará para que la lectura sea: El Peronismo, en sus dos vertientes, kirchnerista y anti-kirchnerista, está agotado, son lo mismo, nos inducen a todos los argentinos a resolver sus internas en elecciones generales y demás. Se ampararán en las eventuales victorias de Juez y Mestre en Córdoba (ambos, se espera, obtendrán los primeros puestos), del Cobismo en Mendoza, en la "buena elección" de Prat Gay en Capital, de Margarita en Provincia de Buenos Aires, de Giustiniani en Santa Fe, etc.

El rol que jugarán los medios será de vital importancia. ¿Cómo editarán La Nación, Grupo Clarín (incluye "Gran Cuñado"), Página 12, Perfil?

Pero, salvo que pensemos que la sociedad es una masa sin capacidad crítica, también debemos pensar Cómo leeremos los resultados nosotros. Ni Kirchner, ni Clarín, ni las marchas de Moyano, ni los escraches de la Sociedad Rural, ni las vociferaciones de la oposición, deberían quitarnos la capacidad de ver, discernir, rechazar o aceptar.