
El recurso al título del conocido libro de Milan Kundera para encabezar este artículo no es casual. De lo efímero y líquido surge lo inestable y voluble; de lo evanescente y evaporado nace la destrucción de la solidez de cualquier pensamiento, pero también la construcción de nuevas formas de pensar algo, y de retornar eternamente hacia lo mismo.
No obstante ello, cuando lo que está en juego son rasgos identitarios vinculados directa o indirectamente con el ser, con lo que define quién soy, qué soy y dónde estoy, aquella evanescencia se puede tornar insoportable.
En la política, ese caos de lo efímero ha colonizado la tierra de las doctrinas o de las ideologías, dejándonos con desparpajo en medio de una lucha interminable de personalismos. Kirchnerismo, Cobismo, Menemismo, Macrismo, y demás ismos son sólo la punta del témpano de la vacuidad axiológica en la que ha caído la política contemporánea.
No busco caer en un pesimismo exagerado ni en frases hechas del tipo:"Antes no pasaba." Si intento, sin embargo, apuntar hacia la necesidad de desenmascararnos y aceptar que, cuando no discutimos sobre contenidos nos quedamos en la superficie, en lo que se ve, en el ropaje, es decir en lo que no constituye el ser de las cosas. El Ser se ha vuelto leve y se ha confundido con su envase. Eso es lo insoportable.
Es cierto que los políticos han sucumbido ante esa ofensiva falta de contenido valorativo, pero también vale preguntarse si ellos, que se mueven de acuerdo al humor social, no responden en su actitud a la de la sociedad que los elige en cada oportunidad electoral.
Alejandro Groppo, un politólogo especialista en análisis de discurso trató en una de sus últimas conferencias el siguiente punto: Se preguntaba si la existencia de los caudillos provinciales o departamentales, esos barones políticos que lideran sus constituencies (distritos donde y por cuáles se candidatean) no está relacionada con una lógica del votante que les da cheques en blanco a cambio de recursos para la Comuna o Municipio del pueblo. El que más conviene es el que tiene más capacidad de obtener obras, ATNs, ATPs, etc, para mi terruño.
Vale reflexionar qué diferencia hay entre ese cambio de voto por recursos que se da entre los gobiernos municipales respecto al Gobierno Provincial, los Gobiernos Provinciales respecto al Nacional, o los diputados y senadores respecto a los jefes de bancada.
La levedad del ser nos afecta a todos y sus consecuencias también son insorpotables para todos.
En esta loa a la generalización, no puedo menos que aclarar lo típico: No estoy generalizando, hay excepciones. Lo cierto es que en un sistema democrático las conductas mayoritarias terminan pesando y produciendo sus consecuencias que abarcan a todos.
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